domingo, 25 de julio de 2010

Para conocer al General Choi

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Transcribimos un extracto de la nota que se publicó en la revista Yudo Karate en julio de 2002, pocos días después del fallecimiento del general Choi, Hong Hi, 9° Dan, fundador del Taekwon-Do y presidente de la Federación Internacional.
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En rojo se destacan las palabras que son atribuidas al General.
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Con el orgullo de haber dejado su huella en la vida

Choi Hong Hi murió - Taekwon-Do sigue vivo

"En lo referente a mis nombres, el primero es Choi, Hong Hi, el cual me fue puesto por mi padre el día en que nací. Mi otro nombre es Taekwon-Do, el cual me fue otorgado por Dios en 1955".

Así hablaba sobre sí mismo este líder carismático, que tuvo la enorme capacidad no sólo de reunir los conocimientos tradicionales del arte marcial coreano, aportándoles basamento en movimientos científicos, y consolidándolos en una nueva disciplina que llamó Taekwon-do, sino que como ningún otro maestro, consiguió darle expansión mundial, al punto de convertirla en una actividad popular.

Se sobrepuso al destierro y a las amenazas que acecharon su vida, fundó la Federación Internacional, en la que se llegaron a afiliar unas 130 federaciones nacionales, y la condujo con autoridad de General, hasta que la vida le dijo basta.



(...) El maestro Choi Hong Hi,el General, el eterno presidente de la ITF continuará vivo en su obra. Cada vez que en alguna parte del mundo un practicante repita cualquier movimiento de cualquier tul, allí estará él presente.

Es que casi 50 años de permanencia, enseñando, mostrando, corrigiendo, explicando, imponiendo la gran pasión de su vida, plasmaron de tal forma creación y creador, que por muchos años será absolutamente imposible considerarlos disosiados.

Por siempre, General

Condujo el movimiento que había creado con autoridad militar; como un verdadero Titán. (...) En su entorno, consideraba a todos como soldados, a las órdenes del general de dos estrellas que había sido, y cuya gerarquía continuó ostentando por siempre, antecediendo a su nombre. (...) A su lado el respeto era una imposición absoluta. (...) Pero era el creador, el que todo lo sabía sobre su arte; el que nunca se cansaba de explicarlo con generosidad, buscando crear discípulos, cada vez en mayor número, como queriendo que el mundo entero respirarta Taekwon-Do y sintiera devoción por hacerlo. (...)

Rebelde precoz

Nacido el 9 de noviembre de 1918 (en la actual Corea del Norte), había comenzado a relacionarse con el arte marcial cuando apenas tenía 12 años de edad, cuando por pertenecer a un grupo de estudiantes embarcados en un movimiento de protesta, fue expulsado del sistema escolar japonés, y su padre, queriendo iniciarlo como aprendiz de un oficio, lo lleva a estudiar escritura china con el maestro Han Il Dong, quien también comienza a enseñarle Taek Kyun.

Corea estaba bajo dominio japonés desde 1910, y el joven Choi decide irse al Japón. Allí ingresa a la Universidad, aprende Karate Shotokan, y alcanza el segundo Dan. Es obligado a incorporarse al ejército japonés, que se hallaba embarcado en la Segunda Guerra Mundial. Trasladado a Seúl (actual capital de Corea del Sur), huye junto a unos compañeros para unirse al Ejército Secreto de Liberación Coreana. Fue arrestado, acusado de traición (...) pero poco después Corea (todavía unificada como un solo país) fue liberada del dominio japonés, y Choi sale libre.

Se une entonces a grupos voluntarios para mantener el orden, y después ingresa a la Academia Militar Inglesa, que posteriormente se convierte en la Academia Militar Coreana, convirtiéndose en uno de los fundadores del Ejército de Corea del Sur.

Cuando tuvo gente a su cargo, incluyó la práctica del Karate como parte del entrenamiento militar. Pero pronto, como hombre que despreciaba a los japoneses, se siente avergonzado de enseñar esa disciplina a sus soldados, ya comienza a desear la creación de un Arte Marcial Coreano, que tuviera afinidades con los soldados de su país.

Unos años antes a 1955, Choi impulsa la práctica de Tan Soo entre sus soldados, y después de una demostración el Presidente de Corea del Sur, Seung Man Rhee, ordenó que todos los solados del país practicaran Taek Kyun, como a él le gustaba llamarlo. Pero Choi había incorporado a la disciplina basamentos científicos y una mentalidad afín a los soldados coreanos. Investigó, practicó y refinó este nuevo arte por nueve años. Él sabía que ya no era Tan Goo ni tampoco Taek Kyun, por eso lo sintentizó de esta manera: "En 1955 creé el Arte Marcial Coreano del TaeKwon-Do".

Con nombre propio

Ahora se necesitaba un nuevo nombre para el arte que estaba naciendo. Fue así que gestó un comité de ciudadanos distinguidos para otorgarle uno nuevo -aunque él ya tenía en su mente el nombre de TaeKwon-Do-. La denominación fue aceptada y elevada al presidente Rhee para su aprobación, pero éste, en primera instancia, lo rechazó, hasta que las explicaciones de Choi de que se trataba de un nuevo arte, lo convencieron de aprobarlo.

Gradualmente el nombre fue difundido en las filas militares a través de Oh Do Kwan, y a los civiles mediante Chung Do Kwan. Ya en 1959, invitó a los líderes de los cuatro principales kwons (estilos): Song Moo Kwan, Ji Do Kwan, Chang Moo Kwan y Moo Duk Kwan, mientras él mismo representaba a Oh Do Kwan y Chung Do Kwan, y allí se formó la Asociación Coreana de TaeKwon-Do (ACT), de la que Choi fue elegido presidente.

Un golpe de Estado sobrevino en Corea del Sur, y el general Park Chung hee asumió el poder. Choi tuvo diferencias con él, y entonces fue designado embajador en Malaisa, sin haber podido registrar a la ACT dentro de la Unión Deportiva Coreana. En su ausencia, el nombre TaeKwon-Do había sido cambiado por el de Tae Soo Do, y la entidad había pasado a llamarse Asociación Coreana de Tae Soo Do. En Malasia tuvo la oportunidad de exhibir el TaeKwon-Do, lo que fue televisado también a países vecinos, donde también hubo interesados en conocerlo, y así comenzó la difusión por el sudeste asiático.

En 1964, Choi viaja a Saigón, Vietnam del Sur, para dictar un seminario a los instructores coreanos de TaeKwon-Do que estaban en ese país, e introducir el Tul que había creado, lo que desde entonces comenzó a enseñarse en Vietnam. Poco después envió un manuscrito sobre esa Forma a la Oh Do Kwan y a la Chung Do Kwan de Corea, ordenando que se comenzara a enseñar. Durante ese año, ya había completado 20 de los 24 Tuls. (...)

En 1965 regresa a Corea del Sur, y asume la presidencia de la Asociación Coreana de Tae Soo Do, la que ya era miembre de la Unión Deportiva Coreana, y poco después convoca a asamblea general donde propone cambiar el nombre por el de TaeKwon-Do, y gana la elección por un solo voto. Choi atribuyó ese logro a su reputación y poder, de embajador y general retirado de dos estrellas.

En 1965 consigue fondos para llevar un equipo de exhibición a Alemania Occidental, al que denominó Equipo de Demostración Kikki TaeKwon-Do de Buena Voluntad (Kukki: Nacional), y cuyos miembros fueron Han Cha Kyo, Park Joong Soo, Kwon Jae Hwa, Kim Joong Keun, y él mismo como capitán. La gira se expandió por Italia, Egipto, Turquía, Malasia y Singapur con un total éxito, y condujo a la creación de asociaciones de TKD en todos los países de la gira.

Nace la I.T.F.

El 22 de marzo de 1966, representantes de nueve naciones se reunieron en Seul para formar la Federación Internacional de TaeKwon-Do (ITF), integrada por Corea del Sur, Vietnam del Sur, Malasia, Singapur, Alemania Occidental, Estados Unidos, Turquía, Italia y Egipto. Su primer presidente fue un miembro del partido que gobernaba Corea del Sur. La organización creció rápidamente hasta llegar a incluir 22 países miembros en sólo dos años. Pocos años después, el presidente de Corea del Sur, Park Chung Hee, consolidó su poder y su gobierno era cada vez más dictatorial.

Envió entonces a un diputado, Kim Un Yong a tomar el control de la Asociación Coreana de TaeKwon-Do, y pocoo después la entidad empezó a interferir en los asuntos de la ITF. En agosto de 1971, el General Choi se dirige al Comité de la ITF en estos términos: "Queridos miembros, el presidente de la Federación Internacional es un Coreano, pero esto no significa que la ITF deba ser controlada o dirigida por el gobierno coreano. Es una organización internacional que no debe permitir influencias de ningún país en nuestras decisiones mediante presión indebida".

Después de esto, Choi sabía que si no apoyaba las políticas del gobierno podría ser enviado a prisión, y en secreto, comenzó sus planes para abandonar Corea del Sur, eligiendo estratégicamente a Canadá como destino, por estar localizada entre Europa y Sudamérica. (...) Al establecerse en Canadá, llevó consigo los cuarteles de la ITF.

"Escojo al TaeKwon-do"

El presidente de Corea del Sur reaccionó enviando a varios miembros del Parlamento para persuadirlo de regresar a Corea, prometiéndole puestos en el gabinete o bien embajadas.

Choi contaba que cuando estos intentos fallaron, mandaron secuestrar a su hija e hijo, amenazando con matarlos si no regresaba. Su respuesta fue entonces: "Escojo al TaeKwon-Do".

El presidente Park entendió que no iba a volver y ordenó a Un Yong Kim fundar la Federación Mundial de TaeKwon-do (WTF), para luchar contra la ITF.

Desde Canadá, Choi debió agigantarse para extender su obra por el mundo. "Nadie que no lo haya sido, tiene idea de cuán solitaria es la vida de un exiliado. No tenía dinero ni el tipo de amigos con quien se puede reir y bromear, pero no me arrepiento de mi decisión de abandonar Corea, porque he tenido la oportunidad de difundir el TaeKwon-Do por el mundo entero, enseñándolo sin distinción de raza, religión, nacionalidad e ideología. Respecto a eso he sido el hombre más feliz del mundo y estoy orgulloso de haber dejado mi huella en la vida".

Desde entonces viajó constantemente impartiendo seminarios, dirigiendo demostraciones y presidiendo campeonatos, sin importarle las amenazas a su vida. (...) Relataba que oficiales de inteligencia coreana habían amenazado a parientes de instructores de ITF para que no continuasen asociándose a él.

"Pero la presión que he recibido del gobierno coreano me ha hecho más fuerte que nunca y pongo todas mis energías en desarrollar nuevas técnicas, y enseño el mismo sistema en cualquier parte del mundo".
Su tarea no fue fácil: la mayoría de los instructores que él había formado y que se encontraban enseñando en otros países, comenzaron a abandonarlo, presionados por las respectivas embajadas, cuando se creó la WTF. Para 1980 solamente diez instructores coreanos continuaban con él.

En 1982 fue invitado a llevar el Equipo de Demostración a Corea del Norte, y en una gira de dos semanas realizaron muchas exhibiciones que se constituyeron en un éxito tal que el viceprimer ministro, Chung Joon Ki, le dijo a Choi: "Hemos decidido enseñar TaeKwon-Do en nuestro país, así que por favor, envíenos instructores".

Choi preparó al fallecido maestro Park Jung Tae para que realizara la tarea, lo que hizo durante siete meses. Luego Choi viajó para dar un seminario y enseñar detalles de los Tul y las técnicas. Cuarenta y cuatro practicantes rindieron examen satisfactoriamente para terceros y cuartos danes, y Choi, muy satisfech, dijo "Ahora tengo suficientes instructores para difundir la técnica por todo el mundo".

(...) Hace poco más de dos años, el Dr. He Young Kim, un notorio historiador de las artes marciales, hizo una entrevista al General Choi, preguntándole por qué creía él que el TaeKwon-Do se había difundido tan rápidamente por el mundo entero, a lo que el Gran Maestro respondió: "Primero que nada doy crédito a la revolución de los transportes. desde 1959 he viajado miles y miles de millas para dar demostraciones, seminarios y asistir a campeonatos. Sin el jet me hubiera sido imposible viajar por todo el mundo. Segundo, también le doy crédito a la industria electrónica y a los medios impresos. Millones de instructores y alumnos de TaeKwon-Do hay aprendido de mis libros, videos y cd-roms. La tercera razón es que el TaeKwon-Do contiene técnicas y una calidad muy superior a la de otras artes marciales. La filosofía basada en mi experiencia personal y en la sabiduría asiática, mientras las técnicas se basan en movimientos científicos. Finalmente doy crédito a todos los instructores de TaeKwon-Do que enseñan por todo el mundo".

(...) Tal vez su sueño de una Corea unificada se concrete alguna vez, para que su indomable espíritu de guerrero pueda, al fin, descansar en paz.

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La nota fue realizada por Miguel Hladilo, coordinador de la revista Yudo Karate, en julio de 2002.
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